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Un artículo impecable sobre la realidad sanitaria actual. Es evidente que el SNS español no solo es ahorrador sino que además es uno de los más eficientes del mundo. Pero existen a mi modesto parecer, dos gravísimos problemas: la corrupción política que implica la relación entre los partidos democráticos y su financiación con el sector financiero privado (Fundesbank, Gürtel-Bárcenas, etc.); y la descentralización de la gestión pública de la Sanidad en una duplicidad de gobiernos autonómicos muy «escurridizos». Lo primero es un sistema hecho para introducir el beneficio del capital y la usura en las Ciencias de la Salud. Lo segundo, para repartirlo mejor entre sus envilecidos legisladores. No es un problema de crisis global, ni de ahorro o eficiencia. Ni la Sanidad malgasta, como tampoco lo hace la Justicia o la Educación. De ahí lo doloroso de tener que batallar con argumentos en un juego de cifras económicas cuyo trasfondo real es la enajenación de nuestra democracia y el Estado de Derecho. Todo es más simple. Gestionar honradamente para la comunidad no tan difícil, sobre todo cuando hay tantos profesionales experimentados en todos los ámbitos. No quieren. Ellos son el negocio paralelo a nuestro bien común. «Castas» simbióticas en un sistema de lucro y privilegios desmedidos que empobrece nuestra democracia, se burla de nuestro compromiso social y aniquila toda disensión. Ni pararán, ni dejaran de maquinar como seguir flotando en la abundancia de sus cargos y fama mientras los demás sacrificados ciudadanos nos hundimos poco a poco en un abismo de infamias. Un saludo. Alberto 2 de Mayo.