Los soldados alemanes entran en Polonia.
Holly Martins
El 1 de septiembre de 1939, hace 70 años, el ejercito alemán iniciaba la invasión de Polonia. Daba comienzo así la Segunda Guerra Mundial, un acontecimiento histórico que produjo una cantidad ingente de sufrimiento, repartido por todos los continentes. Hombres y mujeres se empeñaron en una tarea destructiva sin igual. En los campos de batalla o bajo los escombros de las miles de ciudades bombardeadas, la voz de la razón sería acallada por el ruido ensordecedor de las armas.
Ayudados por el colosal poder destructor adquirido gracias al desarrollo tecnocientífico, los soldados se transformaron en auténticos obreros empeñados en producir muerte y dolor, bajo el mando de hombres desalmados. La Primera Guerra Mundial ya había mostrado la trágica capacidad de exterminio propia de la razón instrumental aplicada a la guerra, pero la culminación que supuso la brutalidad de los campos de exterminio nazis o las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, no habían tenido parangón.
Almenara de Pinto 
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